Una sola cosa se les pidió: sacar del poder a los mismos que durante cuatro largos años habían socavado el Estado del Bienestar mínimo que había en España, y si tenían tiempo y neuronas, ofrecer alguna vía de desarrollo alternativo para una sociedad agotada y arruinada. Pero no, es mucho mejor seguir agarrado a la ideología, a los principios propios que al interés del pueblo. La “nueva” clase política que es calcada a la vieja: inútil. No hay nada peor que decirle, sin vulnerar la Ley Mordaza vigente, a personas cuyo único cometido en la vida es ser útiles.