Ya está, ya es oficial: no habrá director invitado o director fijo para el próximo Festival de las Artes (Facyl). La Junta aseguró, por boca del consejero Alonso, que era “hora de apostar por lo nuestro”, es decir, que lo hecho por Calixto Bieito en estos dos últimos años no vale, para ellos, claro.El resultado es el fin anunciado del Facyl en el formato normal y acostumbrado, es una manera más de matar el invento. Sin director que le dé sentido a la programación, que no tenga una idea global de lo que se va a traer, con el consiguiente corte de fondos para el festival, y dejar todo en manos de unos técnicos que a saber qué baremo tienen a la hora programar (más allá de que tengan talento o no) es una buena forma de darle el tiro de gracia. Este año habrá, pero salvo cambios futuros el Facyl ha muerto para el año que viene. El bajón previsible en la calidad (menos dinero, es lo que tiene) y el renovado desapego de la población salmantina por la calidad en decadencia van a jugar en contra del evento.

Salamanca nunca tragó un festival tan contemporáneo, experimental, y que era parte de lo bueno que tenían los estudiantes y universitarios extranjeros y españoles. Porque la masa media de población local (demasiado mayor e innmovilista) nunca amó un festival pensado por la Junta de Castilla y León para promover el turismo cultural (sin mucho éxito y muchas mentiras en las cifras) y que a la larga ha caído en una decadencia evidente. Hacen falta tres cosas para que algo así funcione y obligue a la administración a tomárselo en serio: el apoyo popular, independencia de criterio y paciencia. No ha habido nada de esos tres puntos.

La conclusión es que la edición de este año seguirá a la baja, se hará en una semana como mucho, con menos presupuesto y puede que entierre definitivamente los pequeños rescoldos que había logrado prender Bieito. Además, la frase de Alonso da a entender que lo hecho hasta ahora no vale nada, con lo cual ¿para qué le contrataron y dieron alas durante dos años? Son nefastos hasta para poner excusas.