Alta Films cierra por falta de negocio en los cines y la venta de DVDs; la culpa es tanto de la situación económica y del IVA aumentado como de la falta de visión de su cabeza visible, Enrique González Macho

Resulta irónico que el presidente de la Academia de Cine sea una víctima más de una combinación de situaciones muy malas. Mientras los medios que suelen tender a la izquierda se lamentan y fustigan, y la derecha sonríe en su ignorancia crónica, la realidad del cine español es muy oscura. Alta Films era la mayor distribuidora y exhibidora de cine independiente europeo, español y americano, también con especial gusto por Latinoamérica, con cerca de 200 cines en toda España que han bajado el telón definitivamente. González Macho habló con todos los medios y echó la culpa al IVA, a la crisis, al hundimiento del negocio del DVD, el desapego de las televisiones y a la falta de espectadores en los cines. Le faltó un detallito: él es uno de los que más se ha negado a la distribución por internet, la salvación del sector. Sí, es cierto, la piratería es una faena, pero si distribuyes películas por 3 euros no sería un problema. 

A fuerza ahorcan, dicen, pero lo cierto es que González Macho es parte de una generación incapaz de entender que el viejo negocio del cine se acabó. Todas las llamadas a la nostalgia de la pantalla grande, de la honorabilidad artística y de que es un sector complicado que necesita ayuda caen ya en saco roto. Evidentemente el cine necesita ser ayudado, pero no de la forma que lo es ahora. Si existiera un verdadero canal de distribución por internet y la exhibición en cine se convirtiera en un acontecimiento cultural más que algo que hacer un viernes por la tarde, quizás habría más dinero. Pero González Macho no se ha movido de su sitio, en clara respuesta al anterior presidente, Alex de la Iglesia, que sí que apostó de lleno por internet y terminó despedazado por el gremio. 

Así que en realidad Alta Films, al contrario que muchos actores, directores y guionistas que lloran el funeral anticipado, es víctima de muchas circunstancias, pero sobre todo de la falta de amplitud de miras. Hace años que insistimos en la misma idea, que esto del cine no es un arte experimental, que puede serlo, pero sobre todo es un negocio cultural en el que hay que ingresar dinero para poder permitirse luego los lujos de la autonomía creativa. Y si las televisiones privadas o la pública no han invertido más es porque buscan el beneficio, porque son empresas privadas sin más ambición que el balance de cuentas: por eso prefieren un ‘Lo imposible’ que películas extrañas que sólo nos gustan a nosotros y a poca gente más.

Lo cortés no quita lo valiente, o mejor dicho, ser comercial no quita ser artístico. Está muy bien que González Macho cargue contra el IVA del 21%, porque es evidente que es una vendetta de la derecha en el poder, pero no puede ser una excusa para no haber sido más ingenioso. No importa el talento personal del presidente de la Academia, sabrá mucho, pero ha tenido años para reconvertirse e impulsar nuevos canales por internet que le permitieran mantener los ingresos y evitar el cierre de la empresa. Lo sentimos mucho por Alta Films, pero no es más que otro ejemplo de que en la industria cultural, salvo que seas el Prado (y quizás ni eso) o te adaptas o mueres.