Todo se viene abajo. El circuito de música clásica no se sostiene después de una expansión brutal. España pasó en los años 80 de no tener apenas dónde caerse muerta en cuanto a música a estar sobrealimentada. Hay demasiadas orquestas para el poco dinero que hay, demasiados conciertos, demasiado de todo. Otro ejemplo de dinero público mal usado por derechas, izquierdas y nacionalistas.