Berlín, dicen, ya no es lo que era, se ha convertido en una ciudad burguesa donde la nueva cancillería y el dinero han laminado la urbe alternativa y contracultural que muchos conocimos.
Berlín, dicen, ya no es lo que era, se ha convertido en una ciudad burguesa donde la nueva cancillería y el dinero han laminado la urbe alternativa y contracultural que muchos conocimos.
La casta gobernante de Alemania es su peor enemigo, una mezcla de ceguera, tozudez luterana y defensa de lo nacional frente a la dimensión europea; la germanofobia no es más que un efecto secundario de sus errores, pero cambiará Europa.