Una de las lecciones recurrentes de toda crisis sanitaria es fortalecer la propia sanidad. Un virus puede hacer más por el futuro sanitario de un país que miles de millones de euros en marketing y propaganda política. En algunos lugares como Madrid o Cataluña años de recortes presupuestarios estallan en la cara de gobiernos y ciudadanos. Y el sistema sanitario privado jamás podrá encajar un suceso como éste, porque se diseñó para una minoría que pide hora con tranquilidad, no para urgencias o las masas. Pero se pueden sacar tres lecciones positivas para el futuro.