Pongamos un tono más optimista y centrado en esa maquinaria tan encantadora para nuestra imaginación que es el cine y la TV, pero más específicamente la gran Meca del Cine, Hollywood, que lleva años con la sensación de generar más dinero pero menos fidelidad, más récords pero menos afluencia a los cines. La baja calidad general de los caballos de batalla de las productoras, el auge de la ficción televisiva e internet tienen pillada por el cuello a la máquina de hacer sueños. Los Globos de Oro de 2018 son un buen ejemplo del panorama. Aquí van las lecciones aprendidas.