La industria más caníbal jamás conocida junto con la maderera y la minera ya ha encontrado un filón nuevo: Isaac Asimov. El nuevo intento del show business norteamericano para depredar la obra de Asimov puede no ser el último, pero sí quizás el más serio, con dinero de Apple y unas consecuencias abrumadoras. Para el público no, que por fin podrá ver las novelas y relatos del polifacético autor en pantalla con algo de justicia, pero sí para la industria. No tanto por lo que se adaptará en formato de serie de TV, la saga ‘Fundación’, sino por las consecuencias para la ciencia-ficción como género o para la propia industria. Porque detrás de esto está Silicon Valley. Y eso significa mucho.