A Marte los humanos emigrarán por estampida ante el horror formado en la bola azul. Quizás allí podamos construir una versión mejorada de la civilización humana, algo parecido a lo que deberíamos ser si nos consideramos seres racionales e inteligentes. Pero primero quizás habría que mejorar aquí en la bola azul, evolucionar antes de viajar. El salto. Siempre el salto: ese gesto sin realizar, en eterna dilación y espera, que nos haría mejores. No llega, y la parte de la Humanidad que es consciente de la situación sueña una y otra vez con el reseteo lejos. Escapar no arreglará nada.