Hoy es el Día de la Tierra, uno de esos recordatorios artificiales pensados para una especie que no ha demostrado entender suficientemente lo que significa este mundo, y lo que representa. No hay otro hogar, patria o mundo propio que éste, y no lo estamos tratando bien. El precio que tenemos que pagar es un clima inestable, sequías, aumento del nivel del mar, ciclos del agua acelerados y radicales, menos cosechas, menos animales, y puede que la alteración irreversible a largo plazo del equilibrio que ha definido la vida. Sin la Tierra no hay vida tal y como la conocemos; es decir, que no hay futuro.