Hay dos formas de afrontar la victoria de David Cameron para sacar parcialmente a Reino Unido del cogollo europeo: en negativo, porque abre brecha en el núcleo de valores comunes de la unión y por ahí se puede colar de todo hasta quebrar la UE, o en positivo, con la esperanza de que Cameron pierda el referéndum del 23 de junio, Londres se vaya de la UE y nos libremos de una maldita vez de los ingleses euroescépticos. Vamos a ver pros y contras de las dos posibilidades.