Cada vez queda menos para uno de los peores tragos que le reserva el futuro al ser humano: darse cuenta de que, probablemente, no somos la única creación viva del universo.
Cada vez queda menos para uno de los peores tragos que le reserva el futuro al ser humano: darse cuenta de que, probablemente, no somos la única creación viva del universo.
La Iglesia se resiste a dejar de ser lo que ha sido siempre y la emprende ahora con la festividad más secularizada y popular que uno puede imaginarse: Halloween.
Se llamaba Narendra Dabholkar, era hindú y un valiente por atreverse a poner en solfa la religión, la superstición y la corrupción asociadas ambas a ella; al final, asesinado.
No hay avance científico que no suponga una vibración en los cimientos de una civilización basada todavía en mitos y supersticiones heredadas: la última, la clonación de células madre para curar graves enfermedades.